Diseñando un Revival: Graveur

Graveur es una familia tipográfica para uso editorial con raíces en el renacimiento francés. Basada en material original de Robert Granjon, lo interpreta y amplía para obtener un nuevo diseño, pensado para las necesidades de los diseñadores modernos. Con cuatro tamaños ópticos y siete pesos más cursivas, Graveur se adaptará a sus necesidades como un guante.

Hey, Christoffel!

En 2018, me matriculé en la Expert Class in Type Design (EcTd) en el Plantin Institute of Typography in Amberes, Bélgica. Nuestro profesor era Frank E. Blokland y el curso se celebraba nada más y nada menos que en el Museo Plantin-Moretus.

Christoffel Plantin (1520-1589) fue un impresor y editor que fundó su imprenta, la Officina Plantiniana en Amberes es 1555. Plantin fue quizá el impresor más prolífico de su tiempo, cuando el centro económico y estético de la imprenta renacentista pasó de Alemania e Italia a Francia y los Paises Bajos.

Cuando Plantin comenzó su actividad, el oficio de impresor también había pasado de un inicio en el que todos los oficios, desde el punzonista hasta el editor, formaban parte de la misma imprenta que operaba a nivel local, a una etapa en la que diferentes imprentas y trabajadores autónomos que ofrecían sus habilidades en un mercado más amplio. Los punzonistas guardaban sus preciados punzones y vendían juegos de matrices a diferentes fundiciones de toda Europa, que a su vez distribuían las fuentes de plomo a los impresores locales.

Grandes imprentas como la de Plantin podían incluso encargar punzones exclusivos a medida para satisfacer los requisitos de clientes importantes, e incluso comprar matrices para montar su propia fundición. De este modo, la Officina Plantiniana reunió a lo largo de los años una enorme cantidad de material original de los mejores diseñadores tipográficos franceses y flamencos del Renacimiento. Muchos otros impresores utilizaban tipos de plomo de Haultin, Guyot, Garamont o Granjon, pero son las matrices de cobre y los punzones de acero los que pueden sobrevivir a un uso intensivo durante siglos, mientras que los desgastados tipos de plomo se acaban fundiendo para el reciclaje.

El yerno de Plantin, Jan Moretus, y sus descendientes dirigieron el negocio ya en decadencia, conservando el material histórico hasta que en 1877 vendieron el viejo edificio con todo su contenido al ayuntamiento de Amberes, convirtiéndose en el Museo Plantin-Moretus. A mediados del siglo XX, estudiosos como H.D.L. Vervliet, Mike Parker y Harry Carter investigaron la ingente cantidad de material y cotejaron los libros de registro de Plantin con la colección de punzones y matrices para atribuir con seguridad la mayoría de las tipografías a sus diseñadores.

El curso EcTd trata diferentes temas sobre el diseño tipográfico, como las teorías de Blokland sobre la estandarización en la producción tipográfica del Renacimiento y la forma de automatizar algunos procesos en la producción tipográfica digital. Aunque el tema del proyecto de los estudiantes es libre, parece lógico aprovechar el fácil acceso a la colección de libros, punzones y matrices de la biblioteca del museo e intentar hacer un revival como proyecto personal.

Demostración del sistema Ikarus por Frank E. Blokland en la EcTd.

Lista de todas las tipografías de la Officina Plantiniana.

¿Otro revival?¿En serio?

El diseño de tipos es un negocio curioso en el que llamamos industria a oficinas con un par de diseñadores con portátiles, las fundiciones ya no funden nada y copiar el trabajo de alguien está bien.

Todo esto tiene que ver con los cambios tecnológicos. Nosotros, trabajadores digitales, seguimos utilizando la terminología industrial y también adaptamos antiguos diseños analógicos a los nuevos clientes y usos digitales, y eso es lo que llamamos revivals tipográficos. La palabra revival sugiere rescatar algo de la muerte, como un tipo de letra que no fue adaptada a la siguiente tecnología de impresión y que aún luce estupendamente en libros antiguos. Al revivirlo, podemos volver a ponerlo a disposición de los diseñadores.

Los revivals son un tema de debate en el diseño tipográfico. Dependiendo del enfoque ético y estético con que tratamos los diseño originales, John Downer los ha clasificado desde Reconstrucciones a Plagios, pasando por Tributos o Parodias. Robin Mientjes en lugar de Revival propone la palabra Traducción, ya que los revivalistas están cambiando un diseño a un tiempo, entorno y cultura diferentes. En cualquier caso, las actitudes de un diseñador al enfrentarse al trabajo de un colega de otro siglo son infinitas y difíciles de clasificar.

Para empezar, ¿por qué narices hacer un tipo de letra que ya han hecho e incluso revivido otros diseñadores? Bueno, los músicos clásicos llevan siglos tocando las mismas sinfonías y nadie parece planteárselo. Es más, los entendidos pueden distinguir perfectamente cómo cada director o intérprete hace música completamente distinta con la misma partitura y tienen sus favoritos.
No soy aficionado a la música clásica, así que pondré un ejemplo más rockero: hace unos años fui a Surforama, un festival de música Surf en Valencia. Había docenas de bandas tocando clásicos del surf y garage, posiblemente las canciones más divertidas y marchosas para tocar y bailar. Pues bien, aunque todas las bandas eran técnicamente competentes y realmente amaban ese estilo de música, había una enorme diferencia en su forma de tocar Surfin’ Bird o Louie Louie, de mecánica y aburrida a apasionada y animada. Y las mejores bandas habían utilizado esa herencia para evolucionar y crear su propia música, muy diferente de esos clásicos que ya no tocaban. John Downer podría haber clasificado a todos esos grupos en las mismas categorías que los revivals tipográficos.

Una vez pensé que era algo admirable (reproducir diseños tipográficos antiguos), pero ellos simplemente no lo hacen. [Adivina quién, querido lector] solo te ofrece una representación bien hecha, rígida e insensible de un buen modelo, con prácticamente toda su belleza y humanidad eliminadas.
Bruce Rogers

Los revivals tipográficos pueden tomar muchos caminos: podemos aspirar a reproducir fielmente una fuente histórica concreta o podemos intentar capturar el espíritu de un diseñador o de un género entero, dejando mucho margen para la interpretación subjetiva. Cuando vi esos punzones de Amberes bajo la lupa, me di cuenta de que la tipografía renacentista no era exactamente como esperaba. Muchos revivals rígidos y normalizados ocultaban formas fascinantes, y sin duda había espacio para otra versión. Yo quería dibujar una versión propia de Granjon. Una que te hiciera bailar.

¿Por qué Granjon?

Elegir el tema de mi proyecto entre los maravillosos objetos del Museo Plantin-Moretus fue un verdadero desafío. En mi caso tuve la suerte de que, en parte, fuese el tema el que me eligiera a mí.

Hace años compré un libro de 1726 en el Rastro de Madrid. Gracias al material de investigación de la biblioteca, pude identificar que las tipos utilizadas en ese libro eran de Robert Granjon (1513-1589). Me impresionó que estas fuentes siguieran usándose en España dos siglos después, pero las matrices de cobre duran indefinidamente al usarse en moldes manuales. No fue menos interesante ver las romanas de Granjon (debo confesar que mi ilusión era encontrar tipos de Garamond). Al estudiar con un microscopio los punzones y matrices supervivientes de Granjon, pude descubrir la maestría y la gracia de su obra, y me resultó más difícil entender por qué Granjon es como la segunda opción cuando se trata de romanas renacentistas.

En cuanto a los tipos renacentistas, el diseñador que estableció el modelo arquetípico de la tipografía romana fue Claude Garamont* (1499-1561), mientras que Granjon fue el punzonista que sentó las bases de la cursiva, aunque también grabó romanas, civilités, griegas, tipos musicales, escrituras orientales y ornamentos a lo largo de su prolífica carrera. Las romanas de Granjon han quedado eclipsadas durante siglos por el éxito de su colega, algo que me atrajo de inmediato.

*Garamont es el tipo y Garamond la tipo, ¿vale?
La d viene de firmar con la forma latinizada de su nombre: Garamondium. También en sus ediciones en portugués firmó como Garamontio, que es un nombre fantástico para la siguiente versión de sus diseños, amigos portugueses.

A principios del siglo XX, algunos de los primeros revivals tipográficos conscientes fueron los tipos romanos de Garamond (basados ​​a veces en fuentes erróneas) con cursivas basadas en las de Granjon. El nombre Garamond se usó tanto que Linotype hizo otra Garamond y tuvo que nombrarla Granjon por no repetir. El primer resurgimiento exclusivamente basado en Granjon fue la espléndida Monotype Plantin, pero se basa en un impreso que mostraba dos aes distintas, correctas e incorrectas y, por supuesto, eligieron la incorrecta.

¿Quizá esta a extra entre los punzones de la Ascendonica Romain de Granjon es la culpable de la equivocación en la a de Monotype Plantin?

It’s a Match! Las pruebas de humo sobre acetato permiten identificar el tipo impreso.
El texto en rojo es la Ascendonica Romaine de Granjon (fijáos en como se expande la tinta en papel comparado con el acetato).

Después de la década de los 50, la investigación sobre los objetos y archivos del Plantin-Moretus permitió a los diseñadores tipográficos trabajar en una nueva ola de revivals renacentistas, aprovechando que los punzones y matrices ahora estaban clasificados y atribuidos a sus verdaderos creadores. Así, ITC Galliard de Matthew Carter, Romaine de Aad van Dommelen o Allrounder Antiqua de Moritz Kleinsorge son auténticos revivals de Granjon. My Graveur es otra interpretación de la obra de Granjon basada en material original. He intentado recuperar su estilo, evitando ideas preconcebidas sobre cómo debería ser una letra renacentista, porque frente a estos punzones y matrices, a menudo intentamos encontrar lo que sabemos en lugar de dejar que hablen por sí mismos.

Por supuesto no existe una única tipografía Granjon; existen docenas de fuentes, y su estilo fue evolucionando con el tiempo. Al elegir un modelo y empezar a dibujar las letras, un revival es un proceso continuo de toma de decisiones, una extraña mezcla entre el deseo de ser fiel y la inevitable traición al original (¡Traduttore, traditore!). En mi caso, mi objetivo era crear una tipografía basada en Granjon claramente reconocible y vivaz, aunque para ello tuviera que traicionarlo una y otra vez.

Ascendonica Romaine, 1569. Robert Granjon.

La g de caja baja y la mayoría de los números se han perdido. He omitido a y M repetidas, pero he incluído punzones como J, U y W que creo que son posteriores.

Traicionando a Robert

El tipo romano de mi libro era una Mediane Romaine bastante desgastada, y como no era el mejor ejemplo del trabajo de Granjon, decidí mezclar dos modelos diferentes y mejores: Parangonne Romaine y Ascendonica Romaine, la opción favorita para otros revivals debido a su gran tamaño (18,5pt) y su asombrosa maestría.

Elegir la cursiva fue un asunto aparte, ya que Granjon cambió su estilo varias veces y hay mucha diferencia entre las distintas fuentes y tamaños. Por suerte, la cursiva de mi libro era la fantástica Texte Cursive de 1562, conocida como pendante o couchée. Una fuente vibrante, pero con mayúsculas estrechas y extrañas, así que tomé prestadas las mayúsculas de Ascendonica Cursive, que combianaban mejor con mis mayúsculas romanas.

Ascendonica Romaine, 1569

Parangonne Romaine, 1566

Ascendonica Cursive, 1570

Texte Cursive, 1562

Texte Cursive en la Biblia Poliglota o Biblia Regia de Plantin(1568-1573).

Es facil de distingir porque es la única cursiva de Granjon con cuatro ampersands ¡A ver si los encuentras!

Tener acceso a las fuentes originales y a las imágenes de microscopio hace pensar que dibujar será pan comido. No es difícil colocar nodos siguiendo el contorno, incluso con partes faltantes desenfocadas u ocultas bajo siglos de polvo. Pero aquí vino una sorpresa: trazar punzones bonitos no siempre resulta en trazados bonitos y, de alguna manera, las letras metálicas potentes y elegantes se convertían en versiones digitales poco convincentes y flojas. Algo fallaba, así que decidí dejar de trazar y empezar a dibujar libremente con una imagen abierta, una al lado de la otra, intentando capturar lo que hacía que esas formas fueran tan sugerentes, incluso si el contorno cambiaba.

Esta fue una de las infinitas decisiones estéticas que hacen único cada revival. Incluso con el acceso a imágenes de la mejor calidad, el margen para la interpretación subjetiva sigue siendo enorme. Cada revivalista (o traductor) se verá obligado, aunque no lo desee, a llenar innumerables zonas oscuras con decisiones basadas en sus intenciones, antecedentes, ideas predefinidas o gusto personal. Y cada camino que elegimos conduce inevitablemente a otra decisión y, en mi caso, cada vez que me alejaba de la copia literal, mi tipografía comenzaba a tomar forma y a asemejarse a lo que veía en esos punzones y matrices.

Ascendonica Romaine, 1569. Robert Granjon.

La g de caja baja y la mayoría de los números se han perdido. He omitido a y M repetidas, pero he incluído punzones como J, U y W que creo que son posteriores.

Además de las decisiones de dibujo, había muchas más que tomar: ¿Debía corregir las inconsistencias del trabajo manual? ¿Debía reemplazar las formas de letras anticuadas? ¿Habría ampliado Granjon la familia? Lo he hecho, por supuesto. Al fin y al cabo, es un revival, no una autopsia.

Además de las decisiones de dibujo, había muchas más que tomar: ¿Debía corregir las inconsistencias del trabajo manual? ¿Debía reemplazar las formas de letras anticuadas? ¿Habría ampliado Granjon la familia? Lo he hecho, por supuesto. Al fin y al cabo, es un revival, no una autopsia.

Desde el principio, mi objetivo fue diseñar un revival contemporáneo de Granjon que se adaptara a los usos modernos. Esto dio pie a una conversación con Frank sobre qué hace que una tipografía sea contemporánea. Al fin y al cabo, tanto los revivals fieles como los libres pueden ser igualmente útiles para las necesidades actuales, así que no se trata solo de añadir líneas rectas y esquinas aquí y allá para conseguir un aspecto moderno.

Por supuesto, hoy en día es obligatorio diseñar diferentes pesos y un conjunto de caracteres más amplio que el que Granjon tuvo que tallar. Los usuarios esperan componer texto en muchos idiomas, resaltar textos con negritas y, desde 2016, incluso usar una fuente variable para elegir la densidad perfecta para su párrafo. Graveur abarca alrededor de 223 idiomas latinos con 1189 glifos (1416 en cursiva) y abarca desde Book hasta Heavy, con variaciones sutiles entre los pesos Book, Regular y Medium para afinar la mancha de textos corridos.

Punches were different for every size, due to relative size of ink spreading small ones having less contrast and bigger ones showing their fine details. To match this Graveur has four optical sizes, with Display weights based on original punches and matrices showing very thin and contrasted shapes, and Small sizes take into account ink spreading in printed materials, with wider letterforms, higher x-height and looser spacing. Most of the first 20th century revivals were based on bigger (and easier to photograph) sizes, so they look very light at small sizes in modern printing. Graveur’s four optical sizes allow users to avoid this and maintain the text texture at any size.

Comparación entre la matriz/tamaño Display y la prueba de humo/tamaño Subhead

Graveur Display · Subhead · Text · Small

Para que los diseñadores tengan control total sobre el grosor y el tamaño óptico, Graveur ofrece fuentes variables. Este formato permite almacenar una familia completa de fuentes estáticas en un solo archivo, lo que permite a los diseñadores usar cualquier instancia del espacio de diseño en lugar de elegir entre los grosores y tamaños ópticos predefinidos.

Rag

Se pueden diseñar fuentes variables con fines novedosos o experimentales, pero en Graveur la idea es ajustar los parámetros de peso y tamaño óptico para obtener la textura de párrafo perfecta.

Los antiguos punzonistas usaban contrapunzones o pautas para dar consistencia a su trabajo, pero incluso Granjon pudo haber tenido un mal día o haber trabajado con prisas. Puede que me haya pasado una mañana digitalizando el resultado de una resaca, así que tengo que aprovechar mis herramientas digitales para tomar decisiones y lograr una familia más consistente. Usar nodos y manejadores sin destruir el encanto de una forma tallada a mano es el verdadero reto que espero haber superado.

También quería una tipografía con una altura de x mayor, quizá menos elegante, pero sin duda más robusta y eficiente. El propio Plantin encargó a Van Der Keere un conjunto de ascendentes y descendentes más cortos para combinar con Gros Canon Romaine de Garamont, lo que dio como resultado una nueva fuente con unas minúsculas proporcionalmente más altas, así que no es una idea novedosa pero encaja con el gusto actual.

El mundo no está preparado para esa w tan fea, quizá una adición posterior hecha por un punzonista desconocido.

Algunas letras con formas inusuales tuvieron que ser rediseñadas. La J y la W mayúsculas no se usaban en el siglo XVI, y los punzones que se añadieron posteriormente a los conjuntos originales a veces son incluso divertidos de ver. Algunas letras parecen haberse añadido para reemplazar las originales que se deterioraban, y otras son diseños como la Œ que hoy en día llamarían mucho la atención en texto continuo. Aunque quería dar a los usuarios la oportunidad de elegir las formas antiguas para que todos esos caracteres se conserven, así que son accesibles a través de las funciones de OpenType.

Formas originales arriba, modificadas abajo:
· Œ moderna, única opción en pesos gruesos.
· f alternativa para arreglar problemas de espaciado.
· ? al estilo Garamond, por defecto (perdón, Reobert).
· A, V y W menos inclinadas que las originales.
· v más convencional, para un mejor espaciado.
· v original para el inicio de palabras.

El material impreso es el resultado final de una tipografía, pero la oportunidad de investigar punzones y matrices me permitió comprender las formas que buscaba el punzonista. Algunos de esos detalles se pierden incluso en materiales impresos de excelente calidad y han sido sustituidos con el paso de los años por formas preconcebidas. Recuperar esos detalles da como resultado letras más nítidas y distintas. Decidí dibujar formas con caracter en lugar de suavizarlas hasta convertirlas en una tipografía Garalda estandarizada en aras de la coherencia. Y, especialmente en la cursiva, creo que la búsqueda del encanto original es lo que acaba dando a Graveur un aspecto contemporáneo.

Habría dibujado una contraforma ovalada, pero el microscopio reveló un bonito ángulo, difícil de apreciar en material impreso.

Ornamentos and Florones

Todas las fuentes de Graveur contienen un juego completo de manículas, florones y patrones ornamentales, divididos de la misma manera que los originales de plomo para poder combinarlos libremente.

Además, hay un peso especial Ornaments para acceder a ellos a través del teclado en aplicaciones sin un panel de Glifos.

¡Manículas con encaje de Amberes!

Graveur

Tras un año y medio de pandemia mundial debido a la COVID-19, ese curso 2018-2019, repleto de vuelos a Amberes para conocer a compañeros de varios países, parecía cosa del pasado. Publicar Graveur, en la que trabajé principalmente durante el confinamiento, cerró de alguna manera aquel año terrible y fue como quitarse por fin la mascarilla para volver a la normalidad.

Estudiar en el extranjero y trabajar con las ideas de otro diseñador me ha enseñado mucho sobre diseño tipográfico, y Graveur es el resultado de este viaje. Espero haber contribuido a ampliar las posibilidades para que los diseñadores sigan utilizando la obra de Robert Granjon y la tipografía del renacimiento.

Graveur fue tallada y diseñada entre 1562 y 2021 por Robert Granjon y Juanjo López.

Un gran saludo a mis compañeros: la Panda Rusa, la Mafia Italiana, la Samba Brasileña y los Naranjas Mecánicas. Gracias a nuestro profesor, el Dr. Frank E. Blokland, a Jan van der Linden del Instituto Plantin-Moretus y a algunos camareros de Amberes. Y muchas gracias a la paciencia de los chicos de la biblioteca, a Harry Carter, Mike Parker y, muy especialmente, a Hendrik Désiré Louis Vervliet.

Un abrazo a mis diseñadores de pruebas: Nico García, Sergio González, Diego Obiol y Diego Areso.

Todas las imágenes fueron tomadas por los estudiantes del EcTd 2018-19 (Estoy bastante seguro de que las mejores son de Misha Strukov).

Artículos en línea, una conferencia y algunos libros sobre Revivals:

Galliard: a modern revival of the types of Robert Granjon
(Matthew Carter. Visible Language, vol.XIX, no.1, 1985)

Call It What It Is (John Downer. Emigre, 2003)

Reconsidering Revivals (Robin Mientjes. ATypI 2020 All Over)

Revival Type: Digital Typefaces Inspired by the Past
(Paul Shaw. Yale University Press, 2017)

Type Revivals (Jerry Kelly. Godine, 2019)

Reviving Type (Céline Hurka & Nóra Békés, Acute Publishing, 2019)